Está claro que la normalidad tal y como la conocíamos en febrero ha cambiado drásticamente. Debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19 vamos a ver cambios a nivel social, económico y personal muy duraderos en el tiempo.
Los negocios que dispongan de cortinas de cristal, acristalamientos o mamparas serán los primeros que puedan abrir. Debido al gran poder infeccioso que tiene este nuevo tipo de coronavirus es imprescindible su uso para separar personas y evitar de esta forma los miles y millones de contagiados que sufrimos al principio.
Las mamparas y las cortinas son la solución ideal junto con la distancia de seguridad para evitar esto, todos los gases y fluidos que puedan salir cuando hablamos se queden en la superficie del cristal (la cual se desinfecta de forma muy sencilla).
Por lo tanto podemos disfrutar de una “normalidad” de la que nos habíamos visto privados en el confinamiento. De hecho las cortinas han sido la salvación para muchos hogares durante este.
Las terrazas, el gran protagonista de la cuarentena
El que tenía una terraza tenía un tesoro, hemos visto en todas las redes sociales personas disfrutando de desayunos en sus terrazas, otros practicando ejercicio o Yoga, otros descubriendo aficiones como la jardinería o la pintura en ellas.
Gracias a las cortinas cristal tenemos un espacio en nuestra casa para hacerlo que queramos sin tener que mover muebles, sin molestar a los demás y con mucha luz. Si hacía calor abríamos las cortinas, si hacía frío las cerrábamos, así de sencillo.
Para cuando todavía no se permitía salir a pasear o a hacer deporte aquellos que disponían de terraza contaban con un plus extra. Sin duda se ha vuelto el rincón de la casa favorito de muchos, sobre todo con la llegada del buen tiempo y la posibilidad de poder recargar energías al sol.
Pero dejemos las terrazas, los aplausos a los sanitarios en ellas o los instagramers haciendo Pilates para centrarnos en el futuro.
La “nueva normalidad” tras la descalada
Hemos visto en muchas noticias ya las nuevas medidas que están empezando a tomar sectores como el de la restauración, las peluquerías, los centros de negocios y las pequeñas empresas.
Los bares y restaurantes han sido los pioneros en la instalación de mamparas de cristal, cerramientos o cortinas para hacer una separación entre mesas y por lo tanto proteger a sus clientes.
Gracias a este sistema podrán abrir laspuertas a sus clientes sin el menor riesgo de contagio, con esta separación y con las medidas de higiene que exigirá el Gobierno a todos los negocios que quieran abrir podremos ir retomando poco a poco la rutina.
Las oficinas también han dado el paso, añadir acristalamientos continuos sin juntas les permite estar seguros y no estropear la estética de la oficina. ya que estos sistemas son totalmente transparentes, no tienen juntas y son de fácil instalación.
Por lo tanto y a diferencia de otros medios nos permiten ver un espacio diáfano y nos ayuda a que la luz natural inunde toda la sala.
Otros negocios como las peluquerías, los centros de belleza o ciertas tiendas han decidido contar con este sistema de “separación” para que en cada área se pueda atender a clientes sin ningún riesgo.
Por lo tanto el futuro que nos espera es algo muy parecido a “peceras” individuales que nos ayudarán a prevenir contagios mientras la economía se recompone poco a poco con los negocios que empiezan a abrir.
Una vez tenemos cura o un tratamiento efectivo estas separaciones son muy fáciles de quitar, aunque las cortinas de cristal y los cerramientos de terrazas en muchos bares o viviendas son una gran ventaja en invierno, ya que nos permiten disfrutar de la luz en espacios exteriores sin tener que sufrir las inclemencias del tiempo.